domingo, 28 de agosto de 2011

JORGE MAREL: UN POETA DEL MAR

“JORGE MAREL: Un poeta del mar”

RUBER BURGOS ALVIS
¡Cumbia! Mis abuelos
bailaron
la música sensual.
Viejos vagabundos
que eran negros, terror
de pendencieros
y de cumbiamberos
en otras cumbias
lejanas,
a la orilla del mar...
Jorge Artel.

Jorge Marel o Jorge Hernández Gómez es un reconocido poeta del Caribe colombiano, nacido en Sincelejo, Sucre, en 1946. Autor de varios libros sobre el mar. De ese mar insondable, misterioso y eterno. Su obsesión permanente. Obsesión de incontables poetas como Rafael Alberti, pintor del mar (1902-1999), quien acaba de irse, que lo invocó diciendo:
"S¡ mí voz muriera en
la tierra,
llevadla al nivel del
mar
y dejadla en la ribera".
Jorge Marel es un
poeta sediento de mar...
Tanto quizás como Jorge
Robledo Ortiz, quien se
atrevió a decir:
" Voy a beberme el mar,
ya tengo listo mi velero fantasma,
No le he trazado rumbos a mi ausencia..."

Y como tantos otros; sensibles, exóticos y eróticos: El tuerto López, Leopoldo de la Rosa, Candelario Obeso, Gregorio Castañeda Aragón, Meira del Mar, Héctor Rojas Herazo, Julio Flórez, Amado Nervo, Leopoldo Lugones, Rafael Núñez, Rubén Darío, Gustavo Adolfo Bécquer, Arthur Rimbaud, Robert Stevenson, Josef Conrad, Alfonsina Storni, Nicolás Guillén...
Por supuesto que Luis Carlos López, paisano de Núñez (el filósofo del Cabrero) no podía ser con el mar menos que irónico y burlón:

"El rudo mar, infatigable viejo
viril, siempre bilioso
frunciendo a cada
instante su entrecejo,
su entrecejo canoso".

ENTRE LINEAS:
"LA DISCRECIÓN,
CLAVE PARA GANAR
MAR":
No es el título de un libro de poemas, es un titular de prensa en primera página de un importante diario de circulación nacional para encabezar la noticia referente a un triunfo diplomático: "Sigilosos contactos durante el último año con el gobierno de Honduras le permitieron a Colombia asegurar la soberanía sobre 30.000 kilómetros de mar..."

Como si el mar fuera de alguien (?) Me refiero al mar de los poetas y los enamorados.

Acerca del mar hay diversos puntos de vista, por supuesto.
Tenemos el mar político, el mar económico, geopolítico, estratégico, el de placer; el filosófico. El mar metafísico y poético de Marel, del cual dice: "Extraño es el mar, tan extraño, como un ser al que nadie, ni él mismo conoce, y si de algún lugar viene no sabe cual es, y si hacia algún lugar va, ignora hacía donde..."

Antonio Navarro Santos, veterano periodista del Sinú, en su columna del jueves 13 de agosto de 1998 aparecida en EL MERIDIANO de Córdoba, nos dice a propósito del libro "Metafísica del mar" de Jorge Marel, en uno de sus apartes:
"De paso hacia sus mares metafísicos, por su camino bordeado de naufragios, de hondas soledades, de crepúsculos que huelen a golondrinas y donde se oye hondo el tiempo, habla Dios, de lo humano y del amor, pero es en el mar donde está lo místico y esotérico que plasma el virtuoso poeta que lleva consigo..."

Volviendo a Marel, quien es además pintor y escultor, tenemos que decir de él y de su obra, que a ellos se han referido críticos, escritores, académicos, investigadores.

Tres destacados poetas como Giovanni Quessep, Raúl Gómez Jattin y Juan Manuel Roca, se han referido a Marel en términos elogiosos:

“Su poesía es una lección de sobriedad”, apunta Roca.
“Hoy me asomé con un nuevo cristal para mirar el mar. La clara poesía de Marel hizo el milagro”. Escribió Gómez Jattin.
“Jorge Marel es cada vez un poeta más fino y alto en la expresión”. Escribe Quessep.
La poética de Marel atrapa instantes que se vuelven reflexivos y mágicos”. Anota Gustavo Tatis Guerra.

De los libros de Marel he tenido más cerca “El mar y las palabras”, “La última elegía”, y “Nuevo credo del hombre”. Del segundo, me Ilamó la atención el poema que da nombre al libro y "Metafísica del Mar" por su profundidad filosófica. En ellos se nota un poeta reflexivo, preocupado por la suerte de la tierra, el universo y el hombre. En el tercero afirma y confirma su confianza en el hombre. Cree en él, igual que Aurelio Arturo, uno de sus poetas admirados, quien "terminó de pulir su sueño marino" y de "nutrir el futuro del hombre", teniendo fe en el hombre, cantándole al amor, a la mujer, al cielo, al sol, a Dios. En su poema “Semblanza del mar”, que hace parte del libro "Las antiguas palabras", dedicado por el autor a Aurelio Arturo, leemos en una de sus estrofas:
"La libertad es un
sueño del mar:
Bajo las lluvias sueña
con el áureo verano,
porque que el verano lo
acompañan los jóvenes,
y ellos aman la vida, y
aman la alegría,
y vuelven a encender
el amor, alumbrando sus
noches..."

Y para corroborar ese optimismo, leamos de su libro "El honor de las palabras" (1992) el siguiente poema, alentador, vital, existencial:

SOY JOVEN
NO ME HABLEN DE
MUERTE
ENFERMEDADES
O VEJEZ

SOY JOVEN
AMO LA VIDA
EL SOL
EL MAR
SOY JOVEN
AHORA BAILO
RIO
Y CANTO
SOY JOVEN
SOY FELIZ
NO ME HABLEN DEL
DOLOR

Del libro "EL MAR Y LAS PALABRAS" y de otras experiencias y vivencias hago mis juicios en la nota personal "POEMAS PARA EL EXILIO Y EL REGRESO" publicada en El Universal dominical de abril 8 de 1990 y en la revista dominical de El Heraldo de Barranquilla de julio 1° del mismo año. Incluída en la revista literaria ORO DE GUACA de Chinú, de diciembre de 2005, (XIII Encuentro de Declamadores y Poetas), versión Jorge Marel y Atilano Salgado.

EL MERIDIANO CULTURAL-Domingo 24 de diciembre de 2000

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